Si te preguntas si sigue siendo un buen momento para invertir en vivienda, los datos y las tendencias recientes parecen dar un sí rotundo, aunque con matices que conviene analizar. Repasemos juntos cómo está el mercado y qué se espera para los próximos meses.
Durante 2024 se firmaron más de 716.000 compraventas de viviendas en España, un 11,5% más que el año anterior, según el Consejo General del Notariado. Es una cifra que no veíamos desde antes de la crisis financiera de 2008. Tanto los pisos como las casas unifamiliares han seguido esta tendencia: los pisos subieron un 11,4% y las viviendas unifamiliares, un 11,6%. El último trimestre del año pasado fue especialmente intenso, con más de 172.500 operaciones, el nivel más alto desde 2007.
El precio de la vivienda también ha seguido subiendo. El Instituto Nacional de Estadística situó el aumento anual en un 11,3% al cierre de 2024. Sin embargo, los expertos prevén que este ritmo se suavice un poco en 2025, aunque seguirá habiendo subidas. Bankinter, por ejemplo, calcula que los precios crecerán en torno al 5% este año y un 3% en 2026. CBRE va en la misma línea y apunta a un incremento del 5,3% para 2025, sobre todo en grandes ciudades y zonas turísticas.
La inversión en el sector inmobiliario español no se queda atrás. En 2024, creció un 20%, y para 2025 se espera que aumente otro 15%, hasta rozar los 16.000 millones de euros. El segmento residencial —que incluye desde viviendas tradicionales hasta residencias para mayores o alquiler flexible— se lleva la palma, con entre el 30% y el 35% de toda la inversión prevista.
Hay varios factores que explican este buen momento:
Un dato curioso: en 2024, el 42% de las compras fueron de personas que vendieron su casa para mudarse a otra mejor. Además, la vivienda nueva está ganando terreno, con un aumento del 7,7% en las ventas frente al año anterior, mientras que la segunda mano ha bajado ligeramente.
No todo es de color de rosa. El principal problema sigue siendo la falta de oferta, sobre todo en las grandes ciudades y en la costa. Para este año se esperan unos 135.000 visados de obra nueva, una cifra que, aunque mejora, sigue sin cubrir toda la demanda. Además, la incertidumbre internacional y la regulación urbanística pueden frenar algo el ritmo, especialmente con el contexto de inestabilidad actual derivado de la guerra comercial.
En resumen, el mercado inmobiliario español está en un momento muy sólido, con precios y operaciones al alza y buenas perspectivas para los inversores, especialmente en el segmento residencial y en las zonas más demandadas. Eso sí, conviene ser selectivo y analizar bien cada oportunidad, ya que la escasez de oferta y los posibles cambios económicos pueden influir en la evolución del sector.